Visualizar es diferente a pensar o imaginar una foto, y es también diferente a narrar un deseo. Visualizar es una vivencia o experiencia mental que consta de acción y emoción. Visualizar es ser capaces de ver y describir la actuación o la escena, sentirla y percibir el logro. Visualizar es un ensayo, es una experiencia mental.
La visualización es un camino para hacernos responsables de nuestros propios deseos y darnos cuenta de que asumir la vida es el camino para realizarla. Visualizar te permite darte cuenta de que el mundo no responde a roles pasivos. La acción te convierte en el constructor de tu realidad. Sin acción no hay logro.
El símil que nos ayuda a comprender esta habilidad o talento es el de un director de cine o de una obra de teatro. El director tiene claro lo que quiere hacer y transmitir, diseña la escena, se imagina el actor actuándola y la emoción que va a generar en el público. A la luz de esta visualización, enamora al actor del papel y lo va orientando en cada ensayo hasta lograrlo. Lo importante es que el actor tiene que comenzar a actuar su rol desde el primer día, buscando, a través de la práctica y la repetición, convertirse en el personaje deseado. Visualizar implica entonces intención, acción y emoción.
Lo que visualizas no llega a ti, eres tú el que llegas a lo que visualizas. No te conviertes en lo que deseas sino en lo que actúas. Por ejemplo: Si quieres ser tenista, debes ir a la cancha y actuar como tenista, si quieres tocar el piano, debes sentarte ante el piano y practicar.
Surge entonces la pregunta ¿cómo se visualiza cuando lo que deseo no es SER sino Tener?
Esto nos exige transformar la creencia de que solo con pedir, te llegan las cosas. A veces, el pedir se asume como una exigencia al universo. Debe primar la confianza y convicción de que existe un camino o una acción para lograrlo. La acción puede ser pensada, visualizada como una escena o una experiencia de cómo se logra, se disfruta y el beneficio, es decir, la emoción sentida (fruto de la acción). Es la energía que mueve el universo.
Alguien me enseñó hace años que no se piden logros, se pide información para orientar la acción que nos permite lograr. El énfasis que hoy quiero hacer es: realidad y resultados nuevos son fruto de acción nueva y diferente: y esta solo surge de un Ser nuevo y diferente.
Reforcemos esta idea con principios de transformación: Si quieres resultados nuevos o diferentes, pregúntate qué Ser los puede lograr. Recuerda que de uno sale lo que tiene por dentro, es decir, tus actos reflejan el Ser que eres.
LA PRACTICA:
Vamos a usar la visualización para iniciar el 2025.
Muchos acudimos el 31 de diciembre a la cajita de sueños y deseos para el año, que se traduce en pedir lo que quiero me llegue. Esa cajita la vamos a convertir en un video donde plasmes la visualización de cómo vas a estar y, especialmente, cómo te vas a sentir el 31 de diciembre del 2025. Vas a sentir la emoción del logro.
Y entonces viene la pregunta que hace posible lo imposible ¿Qué caminos me llevaron al logro, cómo tuve que actuar y, ante todo, ¿qué SER tuve que SER para lograrlo?
Por eso el logro de tu nueva realidad tiene como semilla el trabajo consciente que hagas en tu propio SER. El deseo y las expectativas sin acción son la antesala de la frustración y el desengaño.
¡Hasta pronto!
MARTAOLGA