¿Por qué los líderes deben transformar su Ser?

¿No será que al transformar el Ser de los líderes también estamos transformamos el SER de los papás y las mamás?

Los líderes son seres muy especiales e importantes en nuestra sociedad. Su impacto es innegable y mucho de su éxito proviene de prácticas efectivas de gestión y liderazgo. Sin embargo, más allá de estas habilidades y competencias técnicas, es importante analizar ciertos rasgos en su manera de ser que en la actualidad no son funcionales, y actúan como limitaciones mentales que impiden responder a los desafíos tecnológicos y humanos del presente, afectando tanto a sus organizaciones como a sus familias.  Estos rasgos de la manera de ser se convierten en el punto de partida de lo que necesitamos transformar.

RASGOS NO FUNCIONALES EN LA MANERA DE SER DE LOS LÍDERES:

1. Anclados a su experiencia de éxito:

Líderes que se enfocan en construir el presente cambiando o mejorando el pasado.  Ignoran, aplazan y se resisten a todo lo que en la realidad actual invalida su experiencia, como son las nuevas generaciones y la influencia de la tecnología y las redes sociales en la vida cotidiana. Esta actitud los inhabilita para responder y construir futuro en base cero.

2. Ansiedad, miedo e impaciencia:

La necesidad de encontrar posibilidades creativas e innovadoras para responder a los retos del entorno a mayor velocidad que la competencia y avanzar con éxito, los lleva a reforzar la orden, la obediencia, el control y la exigencia, sin darse cuenta de que no retan, sino que amenazan.

3. Dominados por el Ego:

Líderes preocupados por la apariencia, el qué dirán; dueños de la verdad, sin la actitud para escuchar nuevas ideas y opiniones especialmente cuando son diferentes a las propias, por inseguridad personal y por miedo a dirigir personas que saben más que ellos/as. Líderes que aprenden a delegar temas fundamentales como seguridad, salud emocional y ética, para esconder la falta de interés.

4. Reactividad emocional:

Líderes estresados por la expectativa de ser felices en un mundo incierto, que vuelve borroso el proyecto de vida y donde la necesidad de sobrevivir los hace egoístas e indiferentes a la construcción colectiva y los reta a lograr éxito como sea. Líderes que dan la espalda a su propia vida y dirigen la atención en buscar y justificar en el exterior la causa de su sentir y de su realidad.

5. Inconscientes de la influencia positiva:

Líderes que desconocen el impacto emocional de su manera de ser, pensar, actuar y reaccionar y la importancia de generar influencia positiva en los otros y en si mismos. Basados en la creencia de que el sermón hace mejores seres humanos, desconocen el impacto de la actuación, es decir, la evidencia como maestro indiscutible.  Lideres poco conscientes de la urgencia de convertirse en personas referentes de calidad humana, para una nueva sociedad, que clama a gritos la necesidad de fortalecer el pilar de humanismo.

6. Inconscientes de la influencia positiva:

Líderes que no se han dado cuenta de que cuando desaparece la presencia, la conexión de una mirada, el contacto de un abrazo y la pausa que hace visible a la persona, también desaparece la posibilidad de convertirte en una persona referente que educa desde la experiencia compartida, desde la vulnerabilidad y también desde la esencia que nos une.

UNA FORMACIÓN INCOMPLETA

Hasta hace poco, la formación de líderes se centraba en desarrollar directivos muy competentes enfocados en logro y productividad –lo hicimos extensivo a los hijos-.  Sin darnos cuenta en algunos casos se omitió o se hizo a la ligera -gestión humana la materia soft-, hacerlos personas referentes de buen trato, respeto incondicional, gestión consciente de las emociones y los pensamientos, relaciones basadas en humanismo, educación anclada en amor e influencia positiva para el empoderamiento y la gestión responsable del propio ser.

En ese enfoque de formación, faltó hacer una pregunta, qué hoy nos está pasando factura.

PREGUNTA CLAVE

¿En qué debemos forma el Ser del líder y de los padres para equilibrar la intromisión de la tecnología en la productividad, el desempeño humano, el relacionamiento y la vida personal? La productividad no puede lograrse a cualquier costo. 

RESPUESTA: EL HUMANISMO EQUILIBRA Y DA SOSTENIBILIDAD

Solo el desarrollo de la grandeza humana puede lograr este balance:  desarrollo de nuevas fortalezas, cualidades y competencias -que no compitan con la IA, sino que la complementen y la determinen-.

Personas con claridad de criterio para usar la IA enfocadas en un propósito colectivo y no en la destrucción que genera el ego, el poder, la competencia, la obsesión económica y la indiferencia.

Personas ante todo conscientes de la importancia de la pregunta para encontrar nuevas posibilidades en la persona y la evidencia para invitar al otro a asumir la responsabilidad sobre el propio SER, desde la reflexión y la consciencia.

¿Cómo lograrlo?

¡Hasta pronto!

MARTA OLGA

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