¿Te has dado cuenta de la conexión entre lo que sientes y lo que piensas? ¿Eres consciente de cómo ciertas personas influyen en tu manera de sentir?
La felicidad no es un destino, sino una forma de vivir que se construye día a día. Es el resultado de asumir la vida (gestionar lo que sí puedes controlar), darte cuenta (entender el impacto de tus elecciones) y hacerte cargo (seleccionar con qué construir tu realidad). No puedes delegar quién eres ni cómo te sientes, porque la responsabilidad sobre tu propio ser es indelegable. La clave está en aprender a seleccionar: qué pensar, cómo actuar y a qué influencias dar acceso.
Recuerda, tu Ser va contigo a donde vayas. La calidad de tu Ser es la base de tu felicidad.
Te propongo reflexionar sobre tres pilares, para lograrlo:
- Asumir la vida.
- Darte cuenta.
- Hacerte cargo.
Asumir la vida: el principio de la responsabilidad personal.
Tú eres el creador de su vida. Tú la construyes diariamente con lo que eliges y haces.
- No hay a quien echarle la culpa.
- No hay justificaciones.
- No se puede reclamar.
Tú la construyes desde lo que eres, lo que tienes y lo que sabes en cada momento presente.
Tu vida no la puedes delegar, aplazar, ni adelantar. Eres el único que puede gestionarla, disfrutarla y padecerla. No eliges qué te pasa, pero si cómo responder y reaccionar.
Darte cuenta: cada acción o reacción deja una huella en el camino y en tu propio Ser.
- Cada acto tiene consecuencias,
- Genera un impacto emocional y
- Abre una tendencia.
Esto significa que tú eres el creador de tu realidad y tu sentir.
A donde vayas, tu vida va contigo. ¿Hacia dónde te llevan tus actos? ¿qué realidad estás creando?
Hacerte cargo de ti mismo: es usar el libre albedrío para elegir:
- Tus pensamientos,
- Actos y Respuestas.
Lo primero de lo que tienes que hacerte cargo, para gestionar la responsabilidad de tu propia vida es de tus pensamientos. De ahí la famosa frase pensar antes de actuar.
Y para lograrlo es importante que te des cuenta de que pensar es una función de la mente. Para pensar se necesita información. Por eso, gestionar los pensamientos es elegir la información que queremos pensar.
¿De dónde sale la información que usan tus pensamientos?
Vienen de dos fuentes:
- La que tienes programada en el inconsciente, que no toda funciona a favor tuyo, porque contiene condicionamientos y creencias poco saludables. Es trabajo propio seleccionarla y transformarla. No tienes que seguir siendo lo que has venido siendo, pues elegir.
- La que dejas entrar del entorno externo, fruto de tus interpretaciones (racionales o emocionales) que a veces están más determinadas por el disfrute y la apariencia que por el impacto en lo que quieres Ser. O fruto de la influencia de personas que te rodean, que en algunos casos son tóxicas y empañan el alma.
Es un trabajo propio seleccionar con cuidado las influencias del mundo externo, a la luz de lo que quieres Ser y sentir.
Tu Ser consciente siempre es el mejor amigo, para seleccionar lo que Si te sirve para ser feliz y vivir con serenidad. El reto es hacer una pausa, para que él llegue. Y después dejarte guiar para filtrar, elegir y actuar a favor de tu felicidad cotidiana. La felicidad no es un destino, sino una manera de vivir.
Para aplicar esto a tus hijos recuerda: No puedes vivir por tu hijo, pero sí enseñarle a vivir. El ser propio va con uno a donde uno vaya. Qué gran regalo iluminar en los hijos la responsabilidad de filtrar la información y las influencias con las que están construyendo la propia vida.
LA PRÁCTICA
Haz una pausa y observa, sin juzgarte, la conexión entre lo que piensas, la información que tienes, y tu sentir:
¿Cómo te estás sintiendo?
¿Qué estás pensando?
¿Qué información estás usando?
¿De dónde viene?
¿Podrías usar otra información?
¿De quién depende?
Selecciona con CUIDADO la información de tus pensamientos, para que comiences a asumir tu vida, a darte cuenta y hacerte cargo de ti.
La responsabilidad sobre tu vida es tuya y a nadie se la puedes delegar, el momento es ahora.
¡Hasta pronto!
MARTA OLGA
