¿Cuántas veces has deseado algo con todas tus fuerzas y no ha sucedido? Visualizar es importante, pero sin acción, todo se queda en un simple deseo. No se trata de que las cosas lleguen a ti, sino de que tú llegues a ellas a través de lo que haces. El camino del logro no se construye pidiendo ni deseando sino actuando.

REFLEXIÓN:

  • Piensa un logro importante en tu vida ¿Fue fruto de haberlo pensado y deseado o especialmente de haber actuado?
  • Piensa en un talento que te identifique: la música, tejer, cocinar, un deporte ¿Cómo lo has desarrollado pensando o practicando?
  • Recuerda un sueño que hayas realizado: un viaje, tu cuerpo deseado, un trabajo, una finca ¿Fue por suerte, o porque hablaste del tema, hiciste contacto, investigaste y actuaste?
  • Recuerda algo que te generaba miedo ¿Lo superaste cuando dejaste de sentir miedo o cuando comenzaste a actuar?
  • Piensa en algo que te frustra por no haberlo logrado ¿Qué faltó, más deseos o más acción?

¿Qué tienen de común tus respuestas?

Todas llevan a una verdad: sin acción no hay logro. Sin acción no se enciende el motor de la emoción positiva necesaria para practicar y avanzar. La acción fortalece la autoestima. Pero no cualquier acción, sino la acción consciente, que no es reactiva -la misma de siempre- sino elegida para alcanzar o construir lo que deseas.

Avanzar no depende de la acción perfecta sino de la primera acción, la repetición, la práctica y la constancia.

LA VIDA PREMIA LA ACCIÓN CONSCIENTE:

La vida premia la acción e ignora el pedir que venga acompañado de la inacción. No basta planear o reflexionar para querer cambiar una realidad, el cambio real solo ocurre cuando pasamos a la acción.  Saber qué hacer es importante, pero decidir hacerlo es aún más.

El logro, y la emoción positiva que genera, comienzan con el primer paso: la acción de principiante.  Una acción que no tiene que ser perfecta, solo suficiente para mostrarte que puedes avanzar.

Entre más difícil el camino, más importante comenzar con pequeñas acciones.  Muchas veces, la acción perfecta invalida la acción pequeña y por eso perpetuamos la incapacidad.

La mayoría de las personas no fracasan por falta de capacidad sino porque nunca se atreven a intentarlo. Todo experto comenzó con un primer paso: la acción de principiante. La práctica hacer al maestro.

Ejemplo:  Un niño para aprender a caminar, no espera saber correr. Solo se compromete con el primer paso y aunque se caiga, lo sigue intentando. 

Con cada paso, valida su capacidad y fortalece su confianza.

La acción de principiante transforma la vida.

LA TRANSFORMACIÓN ES ACTUADA

La verdadera transformación no es pensada ni deseada, es actuada.  La acción es lo único que genera la evidencia de lo posible. 

No necesita certezas, solo determinación para dar el primer paso. El primer paso desbloquea tu potencial. No se trata de actuar por actuar, sino de hacerlo con enfoque y compromiso. Te haces con lo que haces.

Convertirte en alguien que actúa te cambia la vida. La acción es el verdadero reflejo de la inteligencia. Saber mucho no sirve de nada si no lo aplicas.

LA PRÁCTICA:

¿Cómo comenzara?

Visualízate siendo y comienza a hacerlo con tus actos.

¿Qué deseas lograr -sea algo externo o un logro en tu manera de ser- que te cambiaría la vida? Vas a lograrlo.  Visualiza la primera acción. No importa qué tan grande sea, hay que avanzar. El logro de la primera acción es la acción misma.

La primera acción es la evidencia de que lo que parecía imposible si es posible.  No te compares, no te juzgues, no desprecies el logro, no te invalides con tu propio pensamiento; no esperes la acción perfecta. Nuestro compromiso es avanzar cada día un paso. Tu vida se transforma en presente, con la acción de hoy, no con la de ayer ni la de mañana.

¿Quieres hacer gimnasia y no lo logras porque la pereza gana? Solo necesitas hoy hacer 5 abdominales, o caminar media cuadra, o subir 10 escaleras.  No importa la magnitud del avance.  Cuando eres principiante, lo que importa es darte cuenta de que lo que parecía imposible comienza a ser posible.  Los frenos en el logro no están en tu incapacidad, sino en tu pereza, en el facilismo, en la justificación de la palabra no puedo, no soy capaz, esto no es conmigo. ¿De dónde salieron esas palabras?  Si son tuyas, puedes elegir qué hacer con ellas.  Sin son de otro – tus referentes- puedes elegir no obedecerlas.

El compromiso es CONTIGO y se resume en la acción de hoy: Visualiza lo que quieres lograr, reflexiona qué acción te permite comenzar y elegir actuarla hasta generar la evidencia de que SI PUEDES. El logro construye la seguridad personal.

¡Hasta pronto!

MARTA OLGA

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